viernes, 26 de febrero de 2016

Presión contra la construcción de un hotel de cinco estrellas en Mallorca

El Grupo de Ornitología Balear y la plataforma Salvem Sa Ràpita del grupo de la oposición del Govern Balear consiguen frenar, por medios legales, la construcción de un complejo turístico de lujo en el sureste de la isla.

MARTA PITA ANDRADE
El crecimiento urbanístico ocasionado por el desarrollo del turismo ha sido un tema controvertido en el archipiélago balear desde los años ochenta. La legislación en materia de ordenación territorial ha estado en constante cambio, a favor de los intereses del gobierno autonómico legislatura tras legislatura.

El presente caso es el desarrollo de una campaña de movilización llevada a cabo por diferentes grupos de presión, con el fin de frenar un proyecto de construcción de un macrohotel de lujo en un terreno del municipio mallorquín de Campos. Éste, con una estimación aproximada de 1.200 plazas, iba a contar también con unas grandes instalaciones deportivas con piscinas, pistas de tenis, pádel, un polideportivo e incluso un campo de golf.

Fuente: Diario Última Hora


Antecedentes
-       Existía la petición de construir un hotel de ese estilo en los terrenos edificables de Son Durí, una finca colindante con un espacio natural de gran valor y especial interés turístico y local (Es Trenc y Sa Ràpita). El espacio era propiedad de la empresa promotora, Mirador d’es Trenc, SL. i Cases de Sa Ràpita, SL.
-       En el año 2000 se aprueba la Ley de Ordenación Territorial, con los posteriores Planes Territoriales para cada isla, en el que se especifican los espacios de suelo rústico, las áreas de interés histórico o artístico y la ordenación de equipamientos.
-       En 2005 se aprueba el Plan Territorial de la isla de Mallorca, bajo el gobierno del partido ya extinto Unió Mallorquina (UM). La presidenta de entonces era Maria Antònia Munar, actualmente en prisión condenada por delitos de malversación continuada, prevaricación, fraude a la administración y falsedad de documentos oficiales en el ejercicio de su cargo.
-       En 2010 y 2011 se modifica dicho Plan, esta vez bajo el gobierno de Francina Armengol (PSIB-PSOE). En la segunda modificación se incluía una disposición por la cual se prohibía la construcción para usos residenciales pero se permitía para construcciones de tipo turístico para hoteles de  alta categoría, con un límite máximo de 2.100 plazas. Sin embargo, el crecimiento urbanístico permitido para el municipio en cuestión era de dos hectáreas, según especificaba esa misma disposición.
-       Tras las elecciones de 2011 se produce un cambio en el gobierno insular para el Partido Popular, que deja a Maria Salom como nueva presidenta del Consell. Tras ello, el Plan Territorial vuelve a modificarse en 2012, cambiando las dos hectáreas de crecimiento permitido por veintiuna, alegando un error de la anterior aprobación.
-       Además, el Govern aprobó en consejo de gobierno, presidido por el popular José Ramón Bauzá, la “declaración de interés autonómico del proyecto”.


Grupos de presión
Tanto la modificación en el Plan Territorial como la declaración por parte del presidente del Govern tuvieron una mala recepción por parte de los grupos de la oposición, especialmente el PSM (PSOE). El Partido Socialista de Mallorca formó una alianza de oposición junto con el partido verde IV (Iniciativa Verds) y Entesa (ExM). Esta alianza fue madre de la plataforma Salvem Sa Ràpita, que nació para llevar a cabo una campaña en contra de la construcción del complejo.

Otros brazos ejecutores de la campaña fueron el Grupo Balear de Ornitología y defensa de la Naturaleza (GOB) y la asociación ecologista Amics de la Terra. Juntos llevaron a cabo un proyecto de denuncia con el fin de paralizar el proyecto que tuvo una trascendencia mediática y social importante, no sólo a nivel local sino que el alcance llegó también a los medios nacionales.

A pesar de que el objetivo principal de esta estrategia de lobby era paralizar el proyecto y evitar la construcción del complejo, la coalición de izquierdas sí tenía un objetivo secundario: desprestigiar a la fuerza del gobierno (PP) ante la opinión pública y ganar notoriedad y reputación de cara al panorama político.


Actores
Los principales públicos de esta estrategia de lobby eran los siguientes:
-       En primer lugar, los poderes políticos, en especial el partido del gobierno de entonces (PP). Por supuesto, el gobierno insular de la isla de Mallorca y el ayuntamiento del municipio de Campos, responsable de las licencias de urbanización y edificación. Además, las acciones iban también dirigidas al resto de integrantes del ejecutivo autonómico e indirectamente a las sedes nacionales de los partidos, dado que un tema tan controvertido podría ser de trascendencia posterior a nivel nacional.
-       Los ciudadanos como protagonistas de la historia, ya que a pesar del argumento de la creación de empleo iban a ser los principales afectados por la realización de este proyecto, viendo destruida parte de la naturaleza virgen de la isla y siendo “engañados”, según los responsables de la campaña, por los gobernantes populares.
-       Por supuesto, los medios de comunicación y las redes sociales resultaron imprescindibles a la hora de dar visibilidad a la campaña, para atraer a más interesados, movilizar la opinión pública y ejercer presión a los poderes públicos.
-       Por último, las organizaciones no gubernamentales que pudieran estar interesadas en la causa, para recibir apoyo de las mismas. Entre ellas podrían considerarse las que abogan por la defensa del medio ambiente, ecologistas, e incluso en contra de otras políticas llevadas a cabo por el gobierno (educación, sanidad o similares).


Acciones de lobby
La campaña Salvem Sa Ràpita (en castellano Salvemos Sa Ràpita) tenía como mensaje principal la preservación del territorio virgen de la zona, no sólo por la protección del medio ambiente sino porque éste está considerado como un elemento diferenciador respecto de otros destinos turísticos.

Para ello llevaron a cabo diferentes acciones de comunicación, de lobby e incluso legales:
-       La primera acción de la campaña tuvo lugar el 29 de abril, cuando se organizó una cadena humana de cuatro kilómetros y aproximadamente 8.000 personas a lo largo del arenal de Sa Rápita, ocupando tres playas contiguas colindantes al terreno donde se pretendía construir el macrohotel.

Fuente: Diario Última Hora

-       Tras ello, los primeros pasos para la concienciación fueron en la línea de la documentación. Para ello, se llevó a cabo la elaboración de un informe por parte del GOB y la plataforma, en el que se detallaban todos los datos del proyecto y la campaña (bases legales, fundamentación de la iniciativa e información para colaborar, entre otras).
Dicho informe especificaba los argumentos en contra de la construcción del complejo, que se centraban en la protección de las especies vegetales del entorno, la especie autóctona de tortuga marina y la belleza y riqueza paisajísticas de la región.
-       El 6 de junio se hizo oficial la acción legal tras la puesta en marcha de un recurso contencioso-administrativo por parte de la coalición PSM-IV-ExM para demostrar la ilegalidad del acuerdo del Consell.
-       Se procedió a la recogida de firmas a favor de la campaña para la paralización del proyecto. El número final obtenido ascendía a 16.489.
-       Además de la página web oficial, se crearon perfiles en las diferentes redes sociales de interés, como en Salvem Sa Ràpita Facebook. En Twitter se lanzó en hashtag #salvemsarapita impulsado por las cuentas del GOB y de los principales líderes políticos de la coalición.
-       En el mes de septiembre se organizó el Festival Salvem Sa Ràpita en Palma. Contando con la colaboración de diversos artistas mallorquines, se presentó un vídeo de campaña con una canción en la lengua autóctona bajo el lema “Aixeca ses mans, reclama el que és teu” (Levanta las manos, reclama lo que es tuyo) para alentar a la ciudadanía.





Resultados de la campaña
-       En julio de 2013, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares fallaba a favor de la oposición, anulando el acuerdo del Consell de Mallorca para rectificar el “error numérico” del Plan Territorial y aumentar de 2 a 21 las hectáreas urbanizables de los terrenos de Son Durí de Sa Ràpita. Sin embargo, el Consell decidió plantear un recurso ante el Tribunal Supremo.
-       Dos años más tarde, el pasado julio de 2015, el Tribunal Supremo confirmaba la protección de la zona desestimando la construcción del hotel, esta vez con sentencia firme y condenando a la administración insular a hacerse cargo de las costas procesales que ascendieron a 6.300 euros.
-  La coalición (PSM-IV-ExM), promotora de Salvem Sa Ràpita, acabó constituyéndose oficialmente en 2013 como Més per Mallorca (MÉS). La formación fue reconocida por sus dirigentes como de izquierda, soberanista y ecologista, y llegó a posicionarse como la tercera fuerza política de Baleares en el año 2013.