Por
Alejandra Martínez Rubio
Lobbying digital
Cuando
pensamos en lobbying, la mayoría de nosotros nos imaginamos a una persona
detrás de un legislador tratando de convencerlo de que su idea es la correcta y
de que la razón yace en sus argumentos. Pero en el mundo tecnológico en el que
vivimos ya no es así. Los grandes avances han afectado nuestra forma de
trabajar y las actividades políticas no quedan exentas de este cambio. El
lobbying, una actividad que tradicionalmente se realizaba frente a frente, se ha
convertido en algo dinámico y con una gran facilidad de difusión. Ahora también
los ciudadanos tienen la oportunidad de presionar a sus legisladores de manera
directa, y la influencia de las redes sociales se facilita inmensamente la interacción.
Uno
de los principales líderes en impulsar campañas de lobbying digital ha sido el
presidente Barack Obama, quien se ha caracterizado por utilizar las nuevas
tecnologías para comunicarse con la sociedad, y en esta ocasión para animarlos
a presionar a los legisladores republicanos para votar a favor de su propuesta.
En octubre de 2011, Obama lanzó una nueva campaña en la que se buscaba
aprovechar el poder de Twitter y el apoyo de la sociedad para presionar a los
legisladores republicanos a aprobar su proyecto de ley de puestos de trabajo e
impuestos.
Para
facilitar el manejo de los mensajes y asegurar los hashtags y menciones
correspondientes, el equipo del presidente creó un sitio en su página web en el
que los ciudadanos ingresaban su dirección para identificar si eran
representados por un legislador republicano, y en caso afirmativo aparecían
tres opciones de tweets a elegir, asegurando así que sus argumentos principales
fueran puntuales y dirigidos correctamente al tema en el que se buscaba
influir.
Los argumentos utilizados por la campaña y
que aparecían en la web para Twitter se constituían en tres opciones:
·
“Will
you stand with @BarackObama and vote to pass the American Jobs Act?
#passthebill”
·
“I’m
one of your constituents, and I’m urging you to pass the American Jobs Act now
to strengthen our economy. #passthebill”
·
“Vote
for Jobs, schools, and small businesses – vote for the American Jobs Act.
#passthebill”
Una
de las desventajas percibidas, era que los congresistas no hicieran caso de los
tweets al ser siempre los mismos, y se considerara como un intento de presión por
parte de la sola figura del Presidente. Pero la campaña se movía dentro de las
redes y a pesar de tener tweets predeterminados, empezaron a aparecer otro tipo
de menciones en los que las personas expresaban opiniones personales y pedían a
los congresistas la aprobación del proyecto y utilizando el hashtag
#passthebill se creaba una mayor presión para los republicanos.
Esta
campaña de lobbying poco convencional, atrajo mayor atención mediática e
interacción y apoyo de la sociedad, de modo que los congresistas se vieron
obligados a escuchar distintas opiniones y a ver de manera mucho más cercana el
impacto que su decisión tendría en la sociedad. La campaña deja de ser de uno a
uno y se convierte en un lobbying nacional en el que realmente se involucran
los afectados, dándole así una identidad reconocible, llamativa y mucho más
cercana a la realidad.
Otros sitios
de interés:
http://www.barackobama.com/tweet-for/jobs
http://thecaucus.blogs.nytimes.com/2011/10/04/obama-campaign-takes-jobs-fight-to-twitter/
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