Por Loreto Pozo
Márquez
Entre diciembre de 2012 y enero del presente, se discutía en la cámara de
Diputados de Chile una nueva ley sobre el consumo del tabaco. Con esta, se prohibiría el consumo de tabaco en todo recinto público que
correspondiese a un espacio cerrado. Sólo podría consumirse en espacios al aire
libre, terrazas y en viviendas particulares.
El 3 de enero pasado, la Ley fue aprobada en medio de una polémica por acusaciones de parlamentarios oficialistas y de oposición, como también por parte de funcionarios del gobierno, quienes denunciaron una intensa campaña de lobby (actividad que no está regulada en Chile), que incluso interrumpió la votación de la ley en varias oportunidades.
Fue tal el revuelo, que el Parlamento chileno anunció la próxima discusión de un proyecto de ley que impulsa la legalización y regulación del Lobby en el país.
La Campaña
Durante las primeras semanas de diciembre y hasta el día de la
discusión de la nueva Ley de Tabacos chilena, compañías tabacaleras,
asociaciones de empresas ligadas a la entretención y la gastronomía, iniciaron
una serie de llamadas y reuniones informales con los parlamentarios que votarían la ley.
La idea era que ley no fuese aprobada, pues desde el año 2006, con la
entrada en vigencia de la primera ley (que permitía el consumo en lugares
públicos siempre y cuando tuvieran espacios sólo para fumadores para mayores de
18 años, separados de los espacios libres de humo en el mismo local), el
consumo por un lado del tabaco y por otro lado, la afluencia de público a pubs
y restaurantes han percibido un lento, pero paulatino descenso.
Al finalizar las sesiones en que se discutía la Ley, el ministro de
Salud chileno, Jaime Mañalich, denunció a los medios de comunicación una intensa
campaña de Lobby por parte de las tabacaleras para frenar la tramitación de la
nueva normativa. Mañalich señaló ser una víctima del Lobby y condenó la campaña. Distintos Diputados
oficialistas y de oposición secundaron las acusaciones del Secretario de
Estado.
Mensaje:
Quienes abogan por el freno a esta normativa, argumentan que se coarta
la libertad de los chilenos, quienes según su postura, tendrían derecho a
fumarse un cigarrillo recintos públicos orientados a la entretención, tales
como discotecas, pubs, restaurantes, bares y casinos.
Imágenes:
Cómo se trata de una campaña “a puertas cerradas”, no se registran
elementos gráficos a analizar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario