lunes, 12 de diciembre de 2011

Naciones Unidas presa del lobby

El conflicto de intereses entre Israel y Palestina lleva décadas sembrando violencia e inestabilidad en Oriente Medio. La falta de acuerdo, a pesar de los innumerables intentos de negociación y mediación internacional, ha convertido Cisjordania y Gaza en un campo de batalla en el que la lucha entre ambos pueblos no parece tener fin.
El pasado 23 de septiembre, el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas, presentó una petición formal ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidiendo el reconocimiento de Palestina como estado miembro con plenos derechos. Abbas puso así el conflicto árabe-israelí en el panorama diplomático internacional colocando a las 193 naciones que componen la Asamblea General en el punto de mira del lobby judío, uno de los grupos de presión con más poder del mundo.
La controvertida petición rompió con los acuerdos de Oslo firmados en 1993 por Arafat y Rabin con la mediación de Bill Clinton, mediante los cuales Israel reconoció a Palestina por primera vez en la historia, suponiendo un desafío directo para Israel y Estados Unidos. En este contexto merece la pena analizar los objetivos y modos de proceder de las partes implicadas directamente en la aprobación o veto de la iniciativa palestina.
El lobby judío se caracteriza por ser un grupo de presión cuyo objetivo es influenciar la política exterior de Estados Unidos para potenciar los intereses israelíes a través de la influencia de pequeñas comunidades judías repartidas por todo el mundo. Por su parte, Estados Unidos está ligado al futuro de Israel puesto que la nación supone un campo de experimentación armamentística de vital importancia y un punto estratégico en Oriente Medio.
Aunque Obama se solidarizó en campaña con la causa Palestina y actualmente se encuentra inmerso en el apoyo de las revoluciones de la "primavera árabe", no dudó en reaccionar en contra de la petición de Abbas desplegando acciones de lobby con el objetivo de conseguir apoyos para bloquear la iniciativa. La urgencia de aliados se debe a que, aunque públicamente Estados Unidos afirmó claramente que vetaría el proceso como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, su postura a solas no sería suficiente para cumplir su objetivo ya que la petición pasaría a votarse en la Asamblea General donde sólo necesitaría la mayoría simple para ser aprobada.
Las acciones de lobby más llamativas para conseguir tumbar los intereses palestinos fueron una gira por Latinoamérica en busca de apoyos para la postura de Obama, que está a favor de la paz entre Israel y Palestina pero por medio exclusivamente de negociaciones directas entre ambos. Este ejercicio de presiones comenzó incluso antes de que se hiciera público en anuncio de Abbas y llegó a su punto culmen con el discurso de Obama ante la Asamblea (lobby de altura) o con el envío de una carta a más de treinta países de la ONU, incluida España para que votasen en contra.
Como se puede observar en este caso, la cuestión palestina se ha convertido en un dilema global en el que todos los Estados se ven obligados a tomar posiciones y a desplegar acciones diplomáticas.
El principal grupo de presión palestino es la ya mencionada Organización para la Liberación de Palestina (OLP) cuya estrategia en este caso ha buscado más la repercusión mediática. El discurso de Abbas tuvo un gran eco en los medios de comunicación, así como todas las declaraciones y reacciones que se produjeron ante lo que para un sector de la opinión pública era una petición contraproducente. Aunque a priori la petición del presidente de la OLP parezca absurda dado el veto de EE.UU, lo cierto es que Mahmud decidió aspirar a la más alta pretensión palestina, el reconocimiento internacional, sabiendo que en caso de negativa siempre estaría a tiempo de abrir una nueva ronda de negociaciones en la Asamblea General.
Con su discurso, Abbas consiguió hacer un llamamiento internacional por la solidaridad con la situación que se vive en los territorios ocupados, además de demostrar a los palestinos, los cuales celebraron su iniciativa, que sigue luchando por la causa en momentos en los que su liderazgo en la OLP está debilitado por las divisiones internas con Hamás.
España en este sentido también ha sido una caja de resonancia de las demandas del grupo de presión palestino ya que se nos considera como un apoyo a la causa tal y como afirmó el embajador palestino en España, Musa Amer, en unas declaraciones a los medios en las que destacó la buena relación establecida con el PSOE sobre estos términos y el deseo de que el PP también apoye la causa en su nuevo mandato.
Finalmente es complejo concluir cuales de las estrategias de lobby llevadas a cabo en este caso han conseguido mejores resultados ya que cada una ha conseguida varios de sus objetivos marcados. Quizás en el futuro las presiones palestinas lleven a Estados Unidos a retirar completamente su financiación al proceso de paz con Israel o que por el contrario se acuerde apoyar la causa en la próxima Asamblea General debido a las fuertes presiones.






María José Aguilar Mateos

3 comentarios:

  1. Encuentro que María José explica de manera sintética y clara un asunto sumamente complejo, que lleva décadas sin resolverse. Me llama la atención el doble discurso de Obama frente a este asunto y me queda, igualmente, la interrogante de cuál será el desenlace. Antes no veía posibilidad alguna de éxito en la causa palestina, ¡pero ahora tengo dudas!
    (Giselle Macera)

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  2. Por Juan Manuel Martín del Campo.

    Maria José has explicado uno de los temas más controvertidos y me ha gustado mucho la estructura y la argumentación. Me parece un tópico perfecto para ejemplificar uno de los procesos de cabildeo que ha sido debatido por muchos años en todos los medios de comunicación.

    El conflicto Israel-Palestina es una muestra de lobbying en todos sus niveles. El desenlace es difícil de predecir, lo único que podemos saber es que éste seguirá siendo uno de los temas de lobby que más dará de que hablar siempre por todos los intereses políticos, económicos y sociales que se ven involucrados. Muy buen trabajo María José!

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  3. Sin lugar a duda, el lobby israelí ha desempeñado un papel fundamental en el bloqueo de una solución del conflicto, a través de las presiones que ejerce sobre el gobierno de los Estados Unidos. Y por otra parte, el fortalecimiento del lobby palestino para ingresar a la UNESCO y tener presencia en los demás organismos multilaterales.

    Buen ejemplo de Lobby y buen análisis de María José, está bien estructurado desde el principio hasta el final mencionando los hechos importantes que han marcado las negociaciones de los grupos de presión tanto israelí como palestino.

    Katherine A.

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