jueves, 15 de diciembre de 2011

Hashtags de libertad

Generaciones anteriores gritaban consignas, se encadenaban o amordazaban y pasaban largos períodos de tiempo en las calles. Actualmente la protesta adquiere una nueva forma, sin perder su esencia. #OccupyWallStreet es un ejemplo latente de esta transformación.

Por: Natalia Rodríguez Novás

Fotografía extraída de:

http://www.prosebeforehos.com/image-of-the-day/09/28/when-there-is-nothing-left-to-eat/


Las redes sociales son más que una plataforma para comunicarnos con nuestros amigos. Importantes movimientos sociales se han visto impulsados a través de convocatorias planteadas en estos canales. La inmediatez e interacción que caracterizan a plataformas como Twitter y Facebook han facilitado que personas, distantes incluso geográficamente, establezcan una comunicación fluida. Las nuevas tecnologías han servido como base para que sentimientos y mensajes se conecten, permitiendo organizar actividades tan trascendentes como las conocidas protestas de 2011.

Almohadilla, numeral, pound o hash… da igual cómo lo queramos llamar. Lo que sí es relevante e indiscutible es la capacidad que tiene un símbolo para unir a miles de desconocidos en un mismo sentimiento. Con tan sólo utilizar el prefijo “#” el hashtag sirve para englobar en una misma etiqueta todos los mensajes relacionados a un tema en particular. En esta oportunidad trataré el caso de #OccupyWallStreet (en adelante OWS), por tres razones: su actualidad, su organización y su efecto mediático.

A raíz de la crisis económica de 2008 muchos han sido los ciudadanos que han visto sus vidas trastocadas en todos los sentidos. Importantes medidas de austeridad transformaron nuestra realidad en un paradójico escenario de imprevistos constantes. Esta crisis ha sido el catalizador del descontento y la indignación que ha plagado las redes sociales con mensajes que exigen cambios urgentes.

Precedido por movimientos como One million for the freedom of the press (Budapest, marzo 2011), el 15-M (España, marzo 2011) y D(emocracy)-Days (Hungría, septiembre 2011), OWS es un movimiento pacífico que nace en Nueva York en el mes de septiembre y reclama que nada ha cambiado desde la crisis. Instalando campamentos en los alrededores de Wall Street, el centro financiero más importante del mundo, se pretende hacer llegar al mundo el siguiente mensaje:

“Profits and bonuses are booming for the big corporations
and financial oligarchs, while people are paying the price
of their reckless speculation with falling living standards,
cuts in public services and growing unemployment.
On top of that the private debt has put many households
at the brink of tragedy.”

Fotografía por: Carla B. Gutiérrez (@carlabguti)

“Somos el 99%” resume la percepción de actitudes poco democráticas en los grandes poderes mundiales. Si bien es cierto que hay sociedades más activas que otras, no cabe duda que la protesta forma parte de nuestro ADN. Es como un cáncer: todos tenemos algunas células, aunque solo en algunos casos se activan, mientras otras permanecen dormidas. El siguiente video nos ofrece una interesante perspectiva sobre las motivaciones de quienes apoyan este movimiento:

http://www.youtube.com/watch?v=wK1MOMKZ8BI

Un movimiento social que podría parecernos espontáneo exige coordinación y coherencia. Es entonces cuando OWS muestra su lado corporativo. Las redes sociales han funcionado para los organizadores de la protesta como una excelente herramienta tanto de comunicación interna como externa. El mensaje es claro, los objetivos están trazados y los manifestantes están en la calle. La presión es evidente.

¿Está avanzando OWS? Las redadas policiales, detenciones a manifestantes y una cobertura mediática que impresiona son algunos de los factores que delatan la incidencia de OWS en la opinión pública. El pasado 6 de diciembre OWS presentó ante el Congreso de la Estados Unidos sus reclamos, apoyados por importantes sectores de la sociedad como estudiantes y sindicatos. También es importante destacar que cada día más celebridades hacen público su apoyo a OWS, lo que ofrece mayor notoriedad a la protesta. La última encuesta de la empresa Harris Interactive asegura que dos de cada cinco estadounidenses apoyan la protesta.

Además del nombramiento de “el manifestante” como persona del año por la revista Time, una de las noticias que hace más evidente la influencia que ha tenido OWS ha sido la solicitud para invertir cerca de 630.000 euros en desprestigiar al movimiento por parte del lobby Clark Lytle Geduldig & Cranford, quien presta sus servicios a la banca estadounidense. El grupo ha recomendado a la Asociación de Banqueros Americanos (ABA) que le pague dicha cantidad para realizar los estudios necesarios para construir una historia que dañe la imagen de OWS.

Internet continúa jugando un papel fundamental en la supervivencia y efectividad de OWS. Por ejemplo, la página web http://howtooccupy.org/ presenta programas para el diálogo, explica cómo acampar, qué hacer en caso de ser interrogado o detenido y cómo identificar a un agente provocador son sólo algunos de los contenidos que podemos encontrar en esta web.

Me gustaría cerrar este post con un video para reflexionar. El gran dictador, película escrita, dirigida e interpretada por Charles Chaplin en 1940 nos regala un discurso que parece no haber perdido vigencia. #OccupyWallStreet es una buena razón para escuchar estas palabras y poner sobre la mesa nuevamente esas verdades que han quedado ocultas bajo los intereses inmediatos de nuestra sociedad.

http://www.youtube.com/watch?v=QcvjoWOwnn4&feature=related

2 comentarios:

  1. Es interesante en esta campaña ver el movimiento que la opinión pública genera a partir de un tema. Creo que la campaña de actuación es especialmente efectiva porque es un tema que toca muy de cerca a la mayoría de los estadounidenses.
    El caso puede servir como ejemplo de la planificación estratégica del lobbying a través de la coordinación del mensaje por medio de la redes sociales y las pautas para saber cómo proceder ante determinadas ciercunstancias.

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  2. Que se haya hecho pública la inversión 630.000 euros de la banca para desprestigiar al OWS, considero es una forma de reconocer el poder de un movimiento social que ha generado impacto en todo el mundo, tanto así que "el manifestante" es el personaje del año de la revista Time. La causa social de OWS frente a los intereses de los grupos bancarios, da una ventaja al primer grupo porque es con el que la gran mayoría se puede identificar.

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