domingo, 18 de diciembre de 2011

La silla vacía de Oslo.

OK

María Hortelano.


Liu Xiaobo es un intelectual y activista de los derechos humanos que ha dedicado su vida a la lucha por la democratización de China. Es presidente en su país del grupo PEN, asociación mundial de escritores en pro de la cooperación intelectual.
El día 10 de diciembre de 2008, 303 intelectuales y activistas de los Derechos Humanos de varias profesiones publican una carta en China denominada “Carta 08”, que posteriormente firman 8000 personas para promover la reforma política y la democratización en la República Popular China. Liu Xiaobo es uno de los principales redactores.


A raíz de la “Carta 08” Liu es condenado el 25 de diciembre de 2009 a 11 años de cárcel por incitar a la “subversión” al poder del Estado. En el año 2010 es propuesto para recibir el Premio Nobel de la Paz. El gobierno de la República Popular China se opone a dicho reconocimiento, que finalmente le es otorgado de forma simbólica el 10 de diciembre de 2010. Desde el momento del anuncio del Premio, comienza una campaña internacional para rogar la liberación de Liu y su derecho a recoger el galardón, simultáneamente el presidente de china, Hu Jintao, afirma que la situación no es negociable y se niega a liberar a Xiaobo. Sin embargo, la entrega de este premio es considerada como un punto de partida y una oportunidad para lograr un cambio en el país asiático.
http://www.youtube.com/watch?v=MLyHLey_DRo



Situación en China.
El gobierno intenta desacreditar la ceremonia y amenaza con congelar las relaciones comerciales con Noruega. Hu Jintao despliega una campaña de boicot internacional, usa la fuerza política y económica para convencer a otros países de que no acudan a la ceremonia, lo consigue con 19 estados, a pesar de estas ausencias, el éxito de la presión es escaso.

Campaña para la liberación de Xiaobo.
Tras el anuncio de la candidatura al Premio Nobel, se despliega una campaña internacional y pidiendo libertad. Este cometido, que comenzó hace más de año, continúa activo en la actualidad y empieza a resurgir con fuerza, siendo sus principales actores: los Premios Nobel, las ONGs y los líderes de gobiernos internacionales.

Objetivo: que el gobierno chino libere a Liu Xiaobo y al resto de firmantes de la “Carta 08” que se encuentran encarcelados.
Estrategia: dañar la imagen de China a nivel internacional para que se vea obligada a cambiar de postura.
Mensaje: “China está violando las libertades proclamadas en su Constitución y los tratados internacionales de Derechos Humanos.”
Actores: Premios Nobel, Organizaciones sin ánimo de lucro, Líderes de gobiernos internacionales.

Premios Nobel.
El día de la gala se convierte en un acto de reivindicación y protesta para la liberación del disidente chino. La simbología tiene un papel fundamental en la manifestación del desacuerdo con la decisión del gobierno chino por parte de todos los asistentes a la ceremonia: una silla vacía representa al candidato y ganador.
Numerosos ganadores de Premios Nobel han solicitado la libertad de Liu desde este momento, destaca el activismo del Dalai Lama o de Vaclav Havel, ex presidente checo, que se ha dirigido en múltiples ocasiones al presidente de China, recientemente llevó una carta a la embajada China en Praga, suplicando un juicio justo y abierto a Xiaobo. El colectivo de Premios Nobel, ha realizado numerosas publicaciones en prensa internacional desde la candidatura de Liu hasta la actualidad tratando de influenciar en la opinión pública y en el gobierno.
Aprovechando el aniversario de la concesión del Premio en diciembre de 2011, se organiza una conferencia denominada “Democracia y derechos humanos en Asia: un año después de la silla vacía en Oslo” y se lanza una plataforma: “International Committee of Support to Liu Xiaobo”, impulsada, a través de la ONG FreedomNow, por numerosos beneficiarios de Premios Nobel y formada por intelectuales, artistas, expertos en China y activistas de los Derechos Humanos. Sus directores son Desmond Tutú (lucha contra el apartheid, Nobel de la paz 2011) y Vaclav Havel.
http://www.freedom-now.org/news/international-committee-of-support-to-liu-xiaobo-launched/
El Comité Internacional defiende la liberación del Xiaobo y de su esposa dirigiéndose a los líderes políticos chinos, y a múltiples gobiernos y organizaciones para que utilicen su poder para influir en el gobierno de China (lobby de altura) y mediante la generación de opinión pública favorable y movilización (lobby de base).



Organizaciones sin ánimo de lucro.
Las acciones de las ONGs apoyan a Liu Xiaobo bajo la bandera la defensa de los Derechos Humanos. Su labor se caracteriza principalmente por concienciar a la población mediante publicaciones, manifestaciones y la recogida de firmas. Hacen, principalmente, una campaña de grassroot, en la que las redes sociales tienen un papel protagonista. (Véase la página de facebook “Free Liu Xiaobo”: http://www.facebook.com/Free.Liu?sk=wall )



Freedom Now, Amnistía Internacional y Human Right Watch son las más activas. Human Right Watch, ejerce presión internacional pidiendo a los líderes internacionales que visitan el país que rueguen justicia para Liu. Destacan las campañas realizadas a nivel local, como la de Amnistía Internacional, que ha creado eventos en universidades españolas para recoger firmas o la de Actuable que ofrece la opción de firmar en la web para poder enviar una carta al embajador de China en España, Zhu Bangzao. Gracias a actividades como esta han conseguido la recaudación de 39.003 firmas a favor de la liberalización.
El Día Internacional de los Derechos Humanos, 10 de diciembre, se llevaron a cabo manifestaciones frente a las embajadas chinas en varios países.



Líderes gobiernos internacionales.
El lobby de altura tiene su máxima representación en las palabras de numerosos líderes mundiales que piden la liberación de Liu: EE.UU, Alemania, Francia, España, etc. El Parlamento Europeo se dirige directamente al gobierno chino para pedir la liberación.
http://www.youtube.com/watch?v=zreWcCNMYok&feature=autoplay&list=PL48494BADAFEF45A1&lf=results_video&playnext=2
http://www.youtube.com/watch?v=AP1iBNjMUts



Conclusión
Hasta el momento las protestas han sido numerosas y el mensaje unívoco, pero aún es precisa una mayor coordinación por parte de todos los grupos, pues de momento no ha habido resultados visibles. Si los diversos gobiernos se unieran para ejercer presión sobre el presidente chino, podría generarse una auténtica crisis al país, y se potenciaría un cambio de actitud por parte del gobierno. Para ello, es fundamental que continúe el lobby de altura, entre fuerzas políticas y líderes internacionales, China debe percatarse de la importancia del respeto a los Derechos Humanos para que el país goce de credibilidad y el respeto de a nivel internacional.

6 comentarios:

  1. Este caso me parece muy interesante cómo se busca instalar "frame" del mensaje. Al ser este un caso de violación de los Derechos Humanos, invita a que ningún país se sienta excluido de pronunciarse acerca de la cuestión.
    Además, la estrategia de celebrar la entrega del Nóbel de la Paz a pesar de que su ganador estuviese preso, encierra una simbología fortísima y es un disparador del lobbying de movilización en todo el mundo.

    Luis E. Olivera

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  2. Se trata de un tema especialmente complejo, al darse una paradoja entre el crecimiento del país asiático, la relevancia actual de las relaciones comerciales de todos los países, muchos de ellos países democráticos, y la violación reiterada y evidente de los derechos humanos por parte de China. La presión a este país debe centrarse en un lobby de altura que realmente fuerce al país a dar muestras de un cambio significativo. Mientras los diferentes países democráticos hagan oídos sordos, como permitir la celebración de los juegos olímpicos en Pekín, y no ejerzan una presión real en vez de buenas palabras será complejo conseguir ese esperado cambio

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  3. El movimiento Grassroots como Grasstop entorno a la liberación del intelectual Liu Xiaobo es tremendamente fuerte, en lo cual la comunidad internacional está comprometida a luchar contra la dictadura instalada en China. Es muy emocionante de constatar que todavía haya mucha gente, a diferentes niveles, que sigue luchando por la libertad y los derechos humanos. Sin embargo, veo aquí una cierta contradicción, así como un gran problema de conciencia a la cual se enfrentan los países internacionales que presionan a China para que libere sus presos y que cambie de postura, y sin embargo, siguen en el mismo tiempo teniendo buenas relaciones comerciales con ella; China sigue siendo hoy en día el primer exportador mundial, con la mayoría de su comercio hecho con la Unión Europea y los Estados Unidos.
    Por Anaïs Clément

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  4. Es un caso de lobby que evidencia tanto el tipo grasstop como el grassroots. Sin embargo, es un caso que no ha finalizado y su lobby no ha alcanzado el objetivo. Liu Xiaobo es un personaje representativo que moviliza gente y por ello continúan ejerciendo presión para su pronta liberación.

    Algunos casos exigen de mas tiempo que otros, este es uno de esos y por ende se debe seguir haciendo el lobby respectivo para lograr el propósito y llenar el vacío de quienes apoyan a este nobel de paz. Por: Ana Maria Forero

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  5. Por Juliana Pineda

    Lo que más llama la atención de este caso es su gran complemento simbólico, así como el involucramiento de la comunidad internacional y literaria por la liberación de Liu Xiabo. Es un caso excepcional en la personalización de un lobby de talante grassroots pero con metodología de un lobby de altura, incidiendo en las instancias más altas del poder chino e internacional. No sólo ello, el caso expone además, el lobby ejercido por el otro lado, por el gobierno, mientras intenta desacreditar la ceremonia y amenaza con congelar las relaciones comerciales con Noruega. La campaña de boicot adelantada por Hu Jintao demuestra el alcance al que puede llegar la fuerza política para contrarrestar la presión ejercida con un lobby del mismo carácter.

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  6. Por Juan Manuel Martín del Campo.

    No me cabe la menor duda de que tenemos ante nosotros un caso actual y muy simbólico de la libertad de expresión y los derechos humanos. Aún recuerdo la notoriedad que causó el tema de la silla vacía en los premios Nobel en los medios de comunicación a nivel mundial.

    Creo que a pesar de que comenzó como un movimiento sólo en China, los ojos del mundo se volvieron hacia el. Estoy de acuerdo con el planteamiento que muy atinadamente hace Juliana: se ha convertido en un ejercicio de lobby de altura, pues gobiernos como el Noruego (y otros países desarrollados) han seguido haciendo labores de cabildeo para que se respeten los derechos de Liu Xiaobo.

    Me parece importante destacar también que, como atinadamente menciona María Hortelano en su conclusión, será necesaria la presión de más países. En lo personal creo que el gobierno de Estados Unidos que tradicionalmente empuña la bandera de "Las libertades" (como la democracia y la libertad de expresión) para hacer valer su hegemonía política, será uno de los países más interesados en que prevalezcan los derechos de Xiaobo.

    A los norteamericanos les preocupa mucho el elemento comercial frente a China: el superávit comercial y el control de cambios que China tiene son la amenaza real a su hegemonía. La historia nos ha demostrado que factores como estos los llevan a intervenir tomando como pretexto causas sociales en aras de la libertad.

    Por otro lado es muy destacable también, la forma en como Hortelano ha estructurado su post, se puede entender a la perfección como ha sido el proceso del lobbying en el tema.

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